El 22 de Diciembre del 2005 llegaría la tan esperada final del torneo,
la UC llegaba como el mejor equipo del torneo, invicto en el torneo nacional,
semifinalista de la copa sudamericana y con la ventaja de haber ganado el
partido de ida 1-0 con gol de Eduardo Rubio, al frente tenia a su clásico
rival, la Universidad de Chile con toda la intención de quitarles el invicto y
la tan esperada copa del campeón.
La UC con la baja de Facundo Imboden suspendido por acumulación de
amarillas en el partido de ida, renunciaría a su clásico esquema (3-5-2) para
formar con un 4-4-2 con el ingreso de Albert Acevedo como lateral derecho, con
esto la UC formaría con:
Buljubasich, Acevedo, Zenteno, Rubilar, Pérez, Ormeño, Osorio, Arrué,
Conca, Rubio y Quinteros.
La U por su parte formaría con: Herrera, Ibarra, Moreyra, Ponce,
Rojas, Iturra, Martínez, Droguett, Salas, Rivarola y Olivera.
Todo partiría bien para la UC cuando a los 5 minutos ya lograba marcar
diferencias, cuando Jorge Ormeño tocaría una pelota en mediocampo, tocando
rápidamente para Alejandro Osorio, este correría 20 metros con el balón, toca
para Pancho Arrué quien de primera se la devuelve y “Janino” lograría el
primero de la tarde.
El primer tiempo seria controlado completamente por el equipo de la
Franja y terminaría con una UC a gran nivel y una U totalmente perdida en el
campo, esto se vería reflejado incluso en el hecho de que Waldo Ponce y Manuel
Iturra se golpearían en la salida hacia camarines.
El segundo tiempo seguiría con una UC dominando el partido, incluso pudo
haber aumentando el marcador tras gran jugada del Polo Quinteros quien remata y
Herrera deja el rebote que captura Rubio y su remate va directo al vertical.
Una rápida contra del equipo del chuncho terminaría con Hugo Droguett
sacando un centro desde fuera de la cancha (no advertido por La Madre el
Arbitro Selman) que conectaría Marcelo Salas para decretar el 1-1 del partido.
La UC comenzaba a perder el rumbo y peor aun cuando a los 73’ Diego
Rivarola pondría el 2-1 con que la U forzaba los penales en la definición del
campeonato de Clausura 2005.
Minuto de terror, la UC solo esperaba a que terminara el partido
mientras que la U iba con todo por el tercer gol que les diera el titulo, pero
la gran figura de José María Buljubasich anulaba sus intentos y terminaría el
partido con el 2-1 que llegaba a la definición por penales.
Ya mi nerviosismo parecía más un sismo con
epicentro en mi persona… Comenzaba la U.
Apenas escucho que va tirar Marcelo Salas dije:
“Siempre se les va a estos tipos”, dado la calidad del jugador que hablamos…
rápidamente me tapó la boca y coloca el 1 – 0.
Se viene Dario Conca, no tuve dudas en que era gol y
así fue, lo celebró con todo, como si descargara toda su rabia, lo grité con
todo. Era el 1 – 1.
Luego fue el turno del “Huevo” Valencia que dejaría
el marcador 2 – 1 a favor de la U de Chile. Sentía un
nerviosismo que ni les explico.
Pancho Arrué se acerca al balón teniendo una
pequeña conversación con Herrera, lanza y gol, en la radio escucho como si
Arrué le hiciera un “Pato Yañez” a Herrera, solté una risa muy nerviosa,
estábamos 2 – 2.
Escucho… “se acerca Waldo Ponce, lo veo complicado,
con la cabeza baja”, dije: ahora es cuando Tati, tira y Buljubasich tapa para la
UC, di un tremendo salto y lo grité más que los mismos goles, nos acercábamos
al campeonato. Seguía 2 – 2.
El Nacho Quinteros y gol de Católica, 3 – 2. Fue la
confirmación del esfuerzo del Tati.
Droguett y gol para la U que dejaba las
cosas 3 – 3.
Fuenzalida, la verdad es que tuve algo de miedo al
escuchar su nombre, si bien como jugador era muy bueno, algo me daba un mal
presentimiento… pero nada, también me tapó la boca tirando un muy buen penal
que nos dejaba con una mano en la Copa, era el 4 – 3.
Diego Rivarola tira y el Tati Buljubasich pasa muy
cerca del balón que de todos modos tocó malla para el alivio de la U. era
el 4 – 4 y se venía el Polo Quinteros…
Un Herrera que intentaba distraer y yo que decía
rómpele el arco por favor… ¡¡¡TIRA EL POLO Y CATÓLICA CAMPEÓN!!!
Sin exagerar corrí por toda la casa gritando y
gritando campeón, cuando ya me pude calmar algo decidí dedicárselo a mi padre
ya que él junto con mi abuelo al cual le dediqué el titulo del 2002, el primero
en San Carlos de Apoquindo, me hicieron hincha de la Universidad Católica.
Cada campeonato lo he tomado siempre como un
regalo, nunca se lo he sacado en cara a nadie, y cada vez que miró hacía el
pasado, me da orgullo de ser Cruzado y de seguir los pasos de mi abuelo que fue
un hincha hasta el último día de su vida.
Solo puedo decir gracias, gracias por todo.
Por Marcelo Bustos y Cesar Contreras, en twitter los encuentras como @xelo16 y @lestienne67
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